San José y la Virgen y Santa Isabel andan por las calles de Jerusalén, preguntando a todos del Niño Jesús que vaga cansado de cargar la cruz. -¿Por qué llora el niño? ¿Por qué llora el sol? -Por una manzana, que se le ha perdido debajo la cama. -Duérmete, mi niño, yo te daré dos: una para el niño y otra para vos.