Érase una vez, un país muy lejano donde todos los reyes se llamaban Simplón. El primero de todos se llamó Simplón I, el segundo Simplón II, el tercero Simplón III... El rey que reinaba en aquel tiempo se llamaba Simplón XIII y era un rey buenísimo, no le gustaba las guerras, ni las grandes comilonas, ni el dinero...En cambio le encantaba los jardines y adoraba a su real cocinera porque hacía flanes como nadie.