Utilisateur:Xic667/Blasco Ibáñez

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Biographie[modifier | modifier le code]

Fils de Ramona Ibáñez et du commerçant Gaspar Blasco, il étudie le droit à l'université de Valence et obtient son diplôme en 1888. Au cours de ces mêmes années, il fait partie de la tuna.

Sa carrière juridique est cependant très succinte et il se consacrera durant l'essentiel de sa vie au journalisme et à la littérature. il se définit avant tout comme homme d'action plutôt qu'homme de lettres. Grand admirateur des femmes et s'intéresse tant à leur beauté physique qu'à leur psychologie.

Âgé de 20 ans, il devient franc-maçon le 6 février 1887 et adopte le nom symbolique de Danton. Il fait tout d'abord partie de la Loge Unión de sa ville natale, et intègre plus tard la loge Acacia nº 25.



Entusiasta de Miguel de Cervantes en torno a la historia y la literatura españolas. Años después, cansado de su vida de colonizador en la que cosechó grandes fracasos, Vicente Blasco Ibáñez, uno de los novelistas más famosos de aquel cambio de siglo, marchó a París, coincidiendo con el inicio de la Primera Guerra Mundial.

Politiquement, il manifeste son opposition à la monarchie et défend des idéaux républicains. En novembre 1894, il fonde le journal El Pueblo, qui sera le principal vecteur de ses idées. En 1896, il est arrêté et condamné à plusieurs mois de prison. Entre 1898 et 1907, il occupe un siège au Congrès des députés en représentation de l'Union républicaine. Plus tard, en raison de divergences avec ce dernier, il intègre le nouveau Parti d'union républicaine autonomiste (PURA).

Le président de la République française Raymond Poincaré le charge d'écrire un roman sur la Première Guerre mondiale, Les Quatre Cavaliers de l'Apocalypse (1916). Le livre est traduit en anglais en 1918 et a une grande répercussion[1]. En 1921 sort une adaptation cinématographique avec Rodolfo Valentino dans le rôle principal.




El autor valenciano cultivó varios géneros dentro de la narrativa. Así, obras como Arroz y tartana (1894), Cañas y barro (1902) o La barraca (1898), entre otras, se pueden considerar novelas regionales, de ambiente valenciano. Al mismo tiempo, destacan sus libros de carácter histórico, entre los cuales se encuentran: Mare Nostrum, El caballero de la Virgen, el ya citado Los cuatro jinetes del Apocalípsis (1916), El Papa del Mar, A los pies de Venus o de carácter autobiográfico como La maja desnuda, La voluntad de vivir e incluso Los Argonautas, en la que mezcla algo de su propia biografía con la historia de la colonización española de América. Añádase La catedral, detallado fresco de los entresijos eclesiásticos de la catedral de Toledo.

Viviendo en Francia, en una buena situación como escritor reconocido internacionalmente y posible candidato al premio Nobel de literatura, publicó su folleto Alfonso XIII desenmascarado. Una nación amordazada. La dictadura militar de España, en noviembre de 1924, en donde denunciaba la situación política española. Texto disponible en http://recherche.univ-lyon2.fr/grimh/ressources/ejercito/1923-1930/1924blascoibanez.htm

Murió en su residencia Fontana Rosa en Menton (Francia) el 28 de enero de 1928, un día antes de cumplir 61 años, de las complicaciones de una neumonía. Sus restos fueron repatriados cinco años más tarde, durante la Segunda República Española, y llegaron al puerto de Valencia el 29 de octubre de 1933. El mausoleo que proyecto para él la ciudad de Valencia no llegó a realizarse al estallar la Guerra Civil Española, según puede leerse en la biografía publicada por la fundación que lleva su nombre:

« Su memoria fue borrada, sus libros prohibidos, su familia perseguida y sus bienes incautados. Las obras realizadas hasta ese momento en el mausoleo fueron destruidas y el solar donde se asentaba, en un lugar privilegiado del Cementerio municipal, fue utilizado años más tarde para construir el crematorio. A pesar de todo ello, sus restos se conservaron, y reposan en la actualidad en un nicho ordinario, casi anónimo, en el cementerio civil de Valencia.[2] »

Aunque por algunos críticos se le ha incluido entre los escritores de la Generación del 98, la verdad es que sus coetáneos no lo admitieron entre ellos. Vicente Blasco Ibáñez fue un hombre afortunado en todos los órdenes de la vida y además se enriqueció con la literatura, cosa que ninguno de ellos había logrado. Además, su personalidad arrolladora, impetuosa, vital, le atrajo la antipatía de algunos. Sin embargo, pese a ello, el propio Azorín, uno de sus detractores, ha escrito páginas extraordinarias en las que manifiesta su admiración por el escritor valenciano. Por sus descripciones de la huerta de Valencia y de su esplendoroso mar, destacables en sus obras ambientadas en la Comunidad Valenciana, su tierra natal, semejantes en luminosidad y vigor a los trazos de los pinceles de su gran amigo, el ilustre pintor valenciano Joaquín Sorolla.

Vicente Blasco Ibáñez era hijo de aragoneses y, aunque hablaba valenciano, escribió casi por completo sus obras en castellano con solo nimios toques de valenciano en ellas, aunque también escribió algún relato corto en esa lengua para el almanaque de la sociedad Lo Rat Penat.

Conservó, a pesar de sus correrías por el mundo, una villa en la Playa de la Malvarrosa de Valencia, en donde debatía con los intelectuales y amigos de su época. Esta villa actualmente restaurada es la Casa Museo Vicente Blasco Ibáñez.

Quiso ser marino, pero su dificultad para entender las matemáticas le llevó a inclinarse por la abogacía. Su gran capacidad de estudio le permitía preparar las materias de todo un año quince días antes de los exámenes.

Amaba la música tanto o más que la literatura. Wagner le apasionaba, su apoteósica música exaltaba su viva imaginación y soñaba con los dioses nórdicos y los héroes mitológicos como Sigfrido, nombre que más tarde pondría a uno de sus cuatro hijos. En su obra Entre naranjos, nos deleita con el simbolismo de las óperas del célebre compositor. En una reunión típica de la época, en que los jóvenes se reunían para hablar de música y literatura y recitaban poesías, conoce a la que sería su esposa y madre de sus hijos, María Blasco del Cacho.

Comienza a imbricarse en la vida política de Valencia al asistir a las reuniones que el partido La Bandera Federal organizaba en el casino de las Juventudes Federales. En sus primeras intervenciones en público descubre que está dotado de un tremendo poder de persuasión. Si su pluma es certera, no lo es menos su oratoria, capaz de enardecer al auditorio y entusiasmar a las gentes insuflándoles grandes sueños.

No es la llamada cuestión social de lucha de clases, planteada a lo largo del siglo XIX con los primeros brotes de socialismo activo y revolucionario el problema fundamental para Blasco; más bien se enfrenta a la realidad de la Valencia de aquellos tiempos en la que el analfabetismo del pueblo se unía a unas condiciones de vida precarias, y todo ello unido a unas creencias anquilosadas y enemigas de todo mejoramiento. Blasco Ibañez se ve en la necesidad moral de denunciar los abusos y contribuir al progreso del pueblo.

Al organizar manifestaciones contra Cánovas del Castillo, es perseguido por la justicia y se oculta en algunos pueblos, pero finalmente llega a París, donde pasará el invierno de 1890 al 1891. Escribe crónicas de lo que ve para algunos periódicos y comienza su etapa periodística. A los 16 años ya había fundado un periódico semanal que, al ser de menor edad, puso a nombre de un amigo suyo zapatero. Más tarde fundará la editorial Prometeo, existente hasta 2005.

Estancias en Italia[modifier | modifier le code]

Perseguido nuevamente por la autoridad, viaja a Italia. La nostalgia de su tierra le hace abocarse a una incesante labor literaria. Surge así En el país del arte, que será una de las mejores guías de Italia. La fastuosidad de los monumentos y la grandeza de su historia pasan por la pluma de uno de los mejores escritores descriptivos de nuestro tiempo. Todas estas crónicas son publicadas en sucesivas entregas en su periódico. La catedral de Milán, el foro romano, en el que la imaginación del artista evoca la victoriosa entrada de las legiones romanas, el Vaticano, las obras de Miguel Ángel y Rafael, la Capilla Sixtina, Nápoles, Pompeya, Florencia, Venecia son descritos con una maestría inusitada.

Ya de regreso a Valencia es apresado y pasa el invierno de 1896 a 1897 en la cárcel de San Gregorio. Allí escribe El despertar de Budha, precioso relato que narra la historia del gran místico Siddharta Gautama cuando huye del palacio de su padre para alcanzar la iluminación bajo el árbol Bodhi.

Séjours à Madrid[modifier | modifier le code]

Tiene que residir en Madrid por cuestiones políticas, y aquí conoce a los hermanos Benlliure; Mariano, el famoso escultor que posteriormente esculpiría una estatua con la efigie del novelista, y Juan Antonio, el pintor. Su estudio, dice Blasco, es el templo a la camaradería artística.

Frecuenta la librería San Fernando, donde se relaciona con los intelectuales de su tiempo, Luis Morote, Santiago Rusiñol y Emilia Pardo Bazán, en sus escapadas a Madrid. Conoce a Rodrigo Soriano, periodista de El Imparcial, que se convertirá en su gran amigo, pero posteriormente también en su peor enemigo.

Al igual que en París y en Italia, escribe crónicas para El Pueblo describiendo Madrid.

Tras el asesinato de Cánovas del Castillo y el cambio de gobierno, Blasco regresa a Valencia. El 28 de abril de 1898, es elegido diputado por Valencia, tres días después de haberse declarado la guerra con EE.UU. tras la voladura del Maine.

En Amérique[modifier | modifier le code]

Uno de los retratos que Joaquín Sorolla le hizo al novelista, con el título de Caballero español (1906), fue adquirido por el museo The Hispanic Society of América de Nueva York. Poco después es él en persona quien viaja al nuevo continente.

Tras una calurosa acogida en Portugal, viaja a Argentina, país que ejerció una profunda impresión en el escritor y donde fue recibido por miles de personas. En Buenos Aires ofreció conferencias sobre los más variados temas: Napoleón, Wagner, pintores del Renacimiento, la Revolución Francesa, Cervantes. Temas de filosofía, de cocina, etc.

De Buenos Aires dice que es un París que habla castellano y en el Club Español de dicha ciudad habla del idioma como gran lazo de unión y de Cervantes como un rey a quien nadie destronaría. De España no nos separa sino el Atlántico —dice— y los mares no son nada ni son de nadie. Después de pasar por Chile, regresa a Madrid para escribir Argentina y sus grandezas, que no se volvió a editar desde que se agotó la primera edición. Tras un trabajo ininterrumpido de 12 y 14 horas diarias durante 5 meses, sale a la luz esta obra en la que cuenta todo lo que ha visto. Enardecido por una curiosidad insaciable, Blasco no descansó hasta recorrerlo todo para dejar viva impresión de ello en su libro.

Pero el escritor volvería a Argentina. En esta oportunidad para ser agricultor. Con otros agricultores valencianos, funda la colonia Nueva Valencia en la provincia de Corrientes. Pero las excesivas dificultades, producidas en gran parte por la crisis que asola el país, le llevan a tomar la decisión de vender la colonia. Hoy en día, Corrientes y Nueva Valencia son el granero arrocero de la Argentina gracias a los procedimientos de regadío que llevó Blasco Ibáñez y a la labor de aquellos trabajadores valencianos. En Argentina también funda la localidad de Cervantes, en la provincia de Río Negro, que actualmente tiene más de 2.000 habitantes.

En julio de 1914 estalla la guerra europea. Blasco se convierte en corresponsal, visitando los frentes y las líneas de fuego. Con la guerra vienen la muerte, el hambre y la peste, Los cuatro jinetes del Apocalipsis, título de la novela que culminará su gran éxito como escritor.

El libro adquiere gran fama internacional en América (1919), donde se vendieron más de diez millones de ejemplares. Todos quieren conocer al autor, y las fotografías del retrato al óleo que le hizo Sorolla aparecen en todos los periódicos. Es el libro más leído después de la Biblia. Cigarrillos, juguetes, jabones, portan la imagen de los cuatro jinetes. Mister Ibanyés se convierte en el hombre más popular de América. Nuevamente viaja al gran continente y habla en iglesias católicas, protestantes, masónicas, sinagogas. Todos le escuchan.

Vie personnelle[modifier | modifier le code]

Il se marie avec María Blasco en 1891. Ils ont quatre enfants : Mario, Julio César (mort à l'âge de 24 ans) et Sigfrido. Sa première femme meurt en 1925 à Valence, tandis que lui réside en France, à Menton. Il se marie en seconde noce avec Elena Ortuzar, de nationalité chilienne.

Notes et références[modifier | modifier le code]

  1. il s'agit du livre le plus vendu aux États-Unis en 1919 selon Publishers Weekly.
  2. Modèle {{Lien web}} : paramètre « titre » manquant. [1]